Numerosos pedagogos y educadores parecen acordar que no es posible innovar en educación sin pensar en la evaluación. Sabemos que esta cumple un papel destacado en el escenario educativo y, sin embargo, es posible pensar que es el elemento menos permeable a los cambios.
Es por eso que este curso invita al desafío de explorar y encontrar nuevos y significativos formatos que interpelen y enriquezcan las prácticas de evaluación que se están llevando a cabo en las instituciones educativas. Una evaluación formativa que invite a los y las estudiantes a ser protagonistas de sus procesos de aprendizajes. Considerando a la evaluación desde el inicio de la práctica educativa con sus objetivos y criterios claros para favorecer la comprensión de nuestros estudiantes.