Cada uno de nosotros tiene construida una imagen de niño. La misma la fuimos creando en función de nuestras experiencias y también desde la herencia cultural de donde habitamos. Esta imagen se va formando incluso sin querer hacerlo, sin buscarlo, sin desearlo. Por esto, más allá de estos preconceptos con los que contamos, hoy en día es nuestra responsabilidad como educadores abordar la imagen de “un niño fuerte, rico y potente” (Carla Rinaldi, 2001) sabiendo que cada uno de ellos tiene un enorme potencial que lo invita a crecer, motivado por una curiosidad intrínseca que lo lleva a investigar los por qué de la vida.
Para poder acompañar y potenciar esta curiosidad es importante reflexionar constantemente sobre nuestra práctica. Preguntas como; para qué, qué y cómo enseñar en el nivel inicial nos predisponen para diseñar escenarios ricos, desafiantes que despierten el interés por aprender de cada uno de nuestros alumnos. Como parte del método ITA, este curso se propone que los participantes puedan revisar sus respuestas a estas tres preguntas esenciales, así como también poder generar criterios compartidos entre todo el equipo de la escuela.